Dermoconsejo: ¿Qué necesita una piel madura?
Seguramente has escuchado infinidad de veces hablar sobre pieles maduras y los múltiples tratamientos y productos existentes dedicados exclusivamente a este tipo de piel, pero ¿sabes realmente a qué se refiere el término “piel madura”?
Seguramente has escuchado infinidad de veces hablar sobre pieles maduras y los múltiples tratamientos y productos existentes dedicados exclusivamente a este tipo de piel, pero ¿sabes realmente a qué se refiere el término “piel madura”?
Normalmente se tiende a asociar la piel madura a la de una persona de avanzada edad, sin embargo, esto no tiene porque ser del todo correcto. La piel madura es una condición de la piel que depende de cada persona, sobre todo de los factores asociados a la genética de cada uno y también al exposoma que es el responsable del 75% del envejecimiento de la piel y que engloba factores externos que forman parte de nuestro estilo de vida como la radiación solar, la contaminación, el tabaco, el clima, la alimentación, el estrés y la falta de sueño.
Teniendo esto en cuenta, sólo el 25% del envejecimiento de la piel tiene que ver con factores genéticos, el resto, un porcentaje muy alto, está en nuestras manos. Es por ello que cuando hablamos de pieles maduras debemos considerar la situación particular de cada persona.
¿Qué apariencia tiene este tipo de piel?
La piel madura, a grandes rasgos, suele tener su capacidad funcional disminuida, está mucho más expuesta al exposoma (factores ambientales). Entre sus características se encuentran:
• Apariencia seca y áspera al tacto, con arrugas visibles, cierta tonalidad amarillenta, irregularidades en la pigmentación.
• Suele presentar falta de elasticidad, flexibilidad, tonicidad y luminosidad.
• Suele ser más frágil, cicatriza peor y sus capilares sanguíneos se dilatan más dando lugar a cuperosis (las conocidas “venitas”).
¿Cuáles son las necesidades de una piel madura?
Una vez conocida la apariencia de este tipo de piel podemos decir que una piel madura necesita nutrición e hidratación en profundidad, así como sentir confort inmediato que elimine la tirantez y sequedad. Las personas con piel madura agradecerán aportar densidad y volumen al rostro y priorizarán el aporte de luminosidad por encima del tratamiento de las arrugas y líneas de expresión.
Rutina para pieles maduras
Desde Laboratorios BABÉ, recomendamos cuidar las pieles maduras con productos específicos que den solución a las características mencionadas anteriormente.
Para ello, siguiendo una rutina básica de cuidado del rostro basada en limpieza, tratamiento, hidratación y protección, recomendamos limpiar el rostro con Agua Micelar y aplicar el Multi Corrector Tensor de Ojos y Labios para reducir las arrugas gesticulares y aportar luminosidad y firmeza.
Tras este paso es necesario hidratar la piel con un producto específico como la crema Multi Acción que aporta la nutrición necesaria, confort inmediato y devuelve la densidad y luminosidad al rostro. Por último pero no menos importante, debemos proteger la piel de los rayos solares en nuestras salidas al exterior, con productos como el Super Fluid Fotoprotector SPF 50.
Es importante saber nuestro tipo de piel para poder elegir los productos adecuados en nuestra rutina de cuidado facial diario. Tener en cuenta la situación personal de cada uno, los factores que afectan a nuestra piel y las necesidades de ésta, son primordiales para tener una piel vital y saludable a cualquier edad.